domingo, 25 de julio de 2010

EL MUNDO CIVILIZADO Y OTRAS CULTURAS




La polémica que hace ya algún tiempo se ha desatado en Europa sobre la permisión o prohibición del uso del "hiyab" y del "burka" en los espacios públicos me ha hecho reflexionar sobre muchos temas, me ha llevado a hacerme algunas preguntas sobre nuestra cultura occidental y sobre la relación que hemos mantenido y seguimos desarrollando con otros espacios culturales desde hace algún tiempo. Vamos por partes.


El principal argumento que esgrimen los Estados democráticos y civilizados europeos (a la cabeza la República francesa) para legislar prohibiendo el uso del pañuelo femenino islámico en espacios públicos es que es un síntoma de sumisión de la mujer. Sí, evidentemente, se trata de ocultar el pelo de la mujer, para que ésta no sea objeto de miradas y deseos de otros hombres. Dicho sea de paso, la mujer musulmana no sólo oculta su pelo, sino que siempre va debidamente "tapada", me refiero a su cuerpo entero, hasta el punto de que se baña en playas y piscinas "vestida". Podemos deducir de todo esto que la lógica interna de esta costumbre es que es la mujer quien seduce al hombre, la que lo atrae con ciertos atributos y que es necesario taparla para que no lo exhiba en público, es necesario someterla. Es la lógica del Génesis bíblico: la mujer es quien tienta a Adán.
Esto lo veo; sin embargo me pregunto si no nos estará pasando en Europa como a ese personaje que ve la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el suyo propio, lo cual no es nada sorprendente ya que también en Europa ha sido la Biblia y sus mitos libro de culto durante siglos y siglos. No doy más rodeos: estamos prohibiendo una cosa y permitiendo otras como que existan cirujanos que operan los pechos de las mujeres, metiendo silicona o quitando o dando forma a lo que no la tiene, el sistema contribuye a ello desde diversos flancos. Asimismo es deseable y legal para muchas mujeres retocar muchas otras partes de sus cuerpos, quitar grasa por aquí, meter por allá... La mayor parte de la opinión pública no se alarma ante el hecho de que en nuestro país, sin ir más lejos, el noventa por ciento de los productos adelgazantes van dirigidos a las mujeres, asi como la mayor parte de los productos cosméticos tienen su principal clientela entre féminas, etc, etc, etc
Y todo ¿para qué? ¿cuál es la lógica interna de estas costumbres civilizadas nuestras? ¿Lo digo?
Todo, en el fondo, para atraer al hombre, para resultar "atract-ivas".O sea, sujetos de seducción, objetos de deseo. O sea, que seguimos sometidas a patrones muy similares a los que criticamos en culturas ajenas y después de ya bastantes años de "liberación y emancipación" de los dictados del hombre, ahora estamos también sometidas a los dictados del mercado y a los de la moda. Ya lo dijo alguien por ahí: "el burka de la mujer occidental es la moda" . Y yo añadiría "y la peluquería".
Todo lo dicho anteriormente, nos lleva a análisis y relflexiones ulteriores: uno, qué fácilmente maneja esta "gran secta" en la que estamos la opinión pública de ciudadanos y políticos, y así esta medida llevando la garantía de la República francesa no puede ser menos que acertada para la gran mayoría. Dos, qué oscuras intenciones habrá detrás de ello. Tres, qué va a ser de esas mujeres inmigrantes a las que el Estado les prohibe salir a la calle o ir a la escuela con pañuelo y sus maridos y padres les prohiben ir sin él. Cuatro, cuándo vamos los europeos civilizados a hacer un análisis serio sobre la arrogancia y egoismo con el que llevamos siglos tratando a otros pueblos y a sus culturas, sometiendo, explotando a otros pueblos, porque digo yo que habrá que hacer memoria y recuento histórico de por qué hay tantos magrebíes por ejemplo en Francia, cuál ha sido la actuación de Francia allí, qué fueron a hacer allí los franceses hace ya más de un siglo.
Dejo estas cuestiones para irlas desgranando poco a poco.



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