martes, 14 de julio de 2009

LIBERTAD III




Usamos habitualmente la palabra libertad con diferentes acepciones. A veces hablamos de libertad en el sentido físico, político, económico... o hablamos de "ser libre de" o de "ser libre para". De la misma manera usamos la palabra libertad para hablar de una "libertad psicológica", que nos llega cuando nos damos cuenta de que la mayoría de las creencias, ideas y puntos de vista en los que estamos nos han sido impuestos por la sociedad, etc. Sin olvidarnos de que la mayoría de las veces hacemos del concepto libertad un sinónimo de licencia total.

Sin embargo la forma suprema de libertad, la más rara, la más arriesgada, la más temida porque va a darte la total responsabilidad sobre ti mismo, para ser tu mismo, ese estado al que también llamamos libertad sólo lo alcanzan aquellos que se han dado cuenta de todos los juegos que nos atrapan.

Son libres porque se han hecho conscientes de que ni el pasado ni el futuro existen.

Se han liberado de las emociones y los pensamientos, porque han visto que éstos no tienen más sustancia que fantasmas de humo.

Son libres , ya que han comprendido las ilusiones a las que nos conduce el lenguaje.

Se liberan de los miedos y del miedo supremo: el miedo a la muerte.

Se han liberado de las dependencias que creamos con los que nos rodean, y ya no juegan a esclavizar ni a dominar o ser dominado.

Se han hecho libres de las cosas materiales, de la adicción al prestigio, a la autoimportancia y a la seguridad, del hábito de sufrir y dramatizar.

Se han quedado bailando en la existencia, sin tocar fondo, sin aferrarse a nada, se han convertido en seres conscientes, en seres humanos.





miércoles, 8 de julio de 2009

LIBERTAD II (O MIEDO A VOLAR)





"Obstinadas son las cadenas,
pero me duele el corazón cuando intento vencerlas.
La libertad es lo único que quiero,
pero me avergüenzo de tener esperanza de ella.
Estoy seguro de que hay en ella un tesoro inmesurable y de que es mi mejor amiga,
pero me falta valor para deshacerme de las baratijas que abarrotan mi casa.
La mortaja que me cubre es una mortaja de polvo y muerte,
mis deudas son enormes, mis fracasos mayúsculos, mi vergüenza secreta y opresiva.
Aún así cuando voy a pedir mi bien, tiemblo de miedo de que mi oración sea concedida."

R. Tagore



LIBERTAD I



Hubo una vez un viajero, un rebelde, un entusiasta de la libertad, que llegó en una de sus aventuras a una casa donde tenían un loro en una jaula. Y resulta que el loro no paraba de gritar la palabra "libertad". Constantemente repetía cuando alguien se acercaba "libertad", "libertad", "libertad".
Varios días escuchó al loro la misma cantinela, asi que una noche, cuando todos dormían en la casa, decidió bajar al patio y abrir la puerta de la jaula donde estaba el loro y darle la libertad.

Pero el loro asustado se refugió en el fondo de la jaula, pegado con todas sus fuerzas a los barrotes metálicos , tiritando de miedo. El viajero metió la mano en la jaula y sacó al pájaro que batía sus alas como un loco. Sintió que el corazón del animal latía desbocado. y lo dejó en libertad. Y el ave alzó el vuelo y se perdió en la noche y su oscuridad.

A la mañana siguiente el hombre se despertó con lo que parecían los gritos de alguien... Ah, sí, era el loro gritando "libertad". Se asomó a la ventana, que daba al patio, y ahí lo vio, pegado a su jaula, repitiendo su cantinela, esperando que alguien le abriera la puerta, para volver a entrar.