No me llames buena, no me pongas etiquetas, que ya me lo llamaron mucho y ahora estoy harta.
No me llames buena, porque a veces aun sin poder responderte, querré hacerlo y tendré que retorcerme por dentro.
No me quieras porque sea buena, porque yo también tengo el diablo dentro. Dejame que lo conozca, que saboree su locura, Dejame masticar mi rabia , mi odio, mi perversidad ,mi arrogancia, mi agresividad y la ira que a veces me acompañan.
A veces seré una arpía, una bruja, mala, me importará un pito que me quieran o no, que me halaguen o me insulten, quedarme sola o acompañada.
Alguna vez gritaré y tronará el cielo.
Se han acabado las lágrimas.
A la mierda con ser tan buenas, tan complacientes, tan blandas...
A la mierda con la vieja cantinela:
Qué niña tan buena, !cuánto la quiere su papa!
cuando las armas ya estan afilado, cualquir cosa bale para inisiar un guerra. este entrada es un buen ejemplo.
ResponderEliminarfrank
gracias por tu comentario, paco. Siempre es interesante ver las interpretaciones (a veces inesperadas) que los demas hacen de lo que he escrito.
ResponderEliminarMas bien queria expresar la rebeldia contra el proceso de domesticacion moral que sufre el individuo y que en las mujeres tiene esa forma especifica de inculcarnos el ser buenas.
saludos