martes, 8 de septiembre de 2009

EL SER HUMANO EN EL ESPEJO
















Sé que un domingo por la mañana, cuando todos se preparan para la iglesia, estaré cruzando el Río, y sé que cuando llegue a la orilla no tendré melancolía del pasado. Simplemente comenzaré a vibrar en una onda más alta, que mi corazón dejará de bombear, que la armonía entre los dos componentes principales se desequilibrará y el cuerpo se fundirá.
A los humanos les gusta el drama. Algunos buscan la felicidad, otros la utopía y otros, egoístamente aspiran a la inmortalidad. Yo lo veo sólo como otro ciclo o una estación más. Puedo decir que yo he cumplido. El cuerpo es un vehículo muy útil, con él he podido tocar lo material, he experimentado lo que es llorar y reir. La realidad es que el cuerpo es prescindible. He pasado mucho años con la intención de excavar, pero hoy comenzaré. No sé si algún día veré la luz y viviré la eternidad presente.
Con el tiempo descubrí que estoy solo, que nadie va a ayudarme a salir de este lío. Descubrí que soy medio esquizofrénico y que hay una parte mia desconocida que intenta liberarme de mi personaje. Es como estar siempre con alguien que te domina, un personaje orgulloso, vengativo que siempre está justificando sus acciones, un personaje dominante que nunca ha permitido al otro manifestarse. Curioso, pero ese personaje interpreta un papel que yo adopté con el fin de aprender y de equilibrio entre nosotros dos, pero al final se apoderó de todo el show. Como ya comenté es un vehículo muy adecuado, pero no hay que dejarle rienda suelta. Aunque siempre era él el protagonista y yo el papel secundario y menos valorado, somos inseparables.
Siempre he pensado que sabía quién soy, sin embargo últimamente me siento confundido, ese personaje que pretendo ser, no puedo ser yo, porque desde hace tiempo siento un grito silencioso que me hace sentir la necesidad de rebautizarme, borrar mi nombre y unificar los dos elementos. Así que comienzo a excavar y excavar, actualmente me encuentro ante una capa dura de romper, no sé qué sorpresas me quedan por descubrir. Esa capa de basura que estoy penentrando me hace recordar la sentencia que dice que más importante que conquistar a mil guerreros en mil batallas diferentes es la conquista de uno mismo. Pero antes de encontrarme con esta capa con la que estoy enfrentándome, ya pasé treinta años derrumbando otra capa anterior llamada "creencias", que también tenía su tela... Tuve que desmontar esa creencia de un dios humano y la creencia de que tenemos libre albedrío y que a la vez existen el cielo y el infierno (y no sé qué decir al oir la noticia de que el limbo ya no existe...)
Yo seguiré excavando hacia lo profundo y me animo a mísmo preguntándome QUIÉN ERA YO.





2 comentarios:

  1. Me "descoloca" el final de tu reflexión. Creo entender que quieres darle entrada a tu vida,a esa parte de ti, de tu personalidad,a esa que escondiste un día,y que ahora mismo es la que más te gustaría potenciar. Al final dices que seguirás indagando en quien eras, eso me descoloca, pues lo que escribes deja ver que te conoces muy bien y que como muchos/as vas en busca de la "felicestabilidad".
    Para conquistar la batalla de uno mismo,tenemos que trabajar mucho, y para eso tenemos que valorarnos y querernos, pues las mejores batallas son las que se realizan desde el respeto y la admiración al enemigo, máxime cuando el enemigo es tambien tu parte. Te animo a que ganes tu batalla.

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  2. Lo que queria decir es que mientras estoy excavando me animo a mi mismo para seguir repitiendome quién seria yo si la sociedad me hubiera dado espacio libre para desarrollarme "humanamente", sin haberme encerrado en tantas restricciones , creencias, etiquetas, morales, comportamientos... quien era yo sin todo eso, antes de todo eso.

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