Una pareja que lleva tropecientos años casados y está pasando por una mala racha en el terreno sexual: el hombre no se excita, no tiene erecciones.
Como están un poco desesperados, porque los dos tienen miedo de que si no hay sexo, se acabe el amor, deciden que el hombre vaya al psicologo.
Al cabo de un tiempo, joder, la cosa empieza a funcionar bastante aceptablemente...
El hombre guarda totalmente en secreto el tratamiento.
"Pero, ¿te estás tomando pastillas?"
"Que no cariño, que no me estoy tomando nada".
Todas las noches antes de meterse en la cama, el hombre pasa un rato metido en el baño.
La mujer quiere saber y una de esas noches abre muy sigilosamente la puerta, sin que el hombre se entere de que está espiándolo y lo ve en frente del espejo diciendo "no es mi mujer, no es mi mujer, que no, es otra mujer..."
Como la vida misma, o casi
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