¿ Alguna vez os habéis dado cuenta de que la"realidad" que "vemos" y "conocemos" es una construcción de nuestra mente? (y no estoy preguntando si entendéis esta idea intelectualmente, no. Estoy preguntando si en un momento dado habéis tenido, sentido, experimentado esta comprensión.)
La mente humana se podría comparar con un ordenador, es esclava del sistema operativo y de los programas que se le instalan. Es esclava del lenguaje y de los conceptos con los que se nos enseña a hablar sobre la realidad, a "ver "la realidad, a "conocer" la realidad.
Esas formas heredadas de "ver" la realidad, esos conceptos que nos hemos tragado sin enterarnos, tienen siempre implicaciones y consecuencias que la mayoría de las veces nos pasan desapercibidas.
Tomemos, por ejemplo el concepto de "persona". Estamos acostumbrados a ver personas, a entendernos a nosotros mismos como personas, hablamos de "relaciones interpersonales" y, en fin, nos llenamos la boca al nombrar " la dignidad de la persona humana".
Y si os propusiera otros conceptos alternativos como, digamos, "sistema enérgetico autorregulable",( para abreviar "autoenérsis" en nuestro hipotético nuevo lenguaje) o "unidades vitales dotadas de conciencia" ("bioconciencia", para seguir jugando a inventar palabras) o "centros de conciencia presenciando procesos vitales" ... podéis probar a usarlos, como un juego, cuando estáis en el lugar de trabajo, o en casa, con los mas cercanos, o cuando os pillais a vosotros mismos "juzgando" alguien, valorando la actuación de una "persona" o incluso a la persona misma... Todo cambia de color.
La principal consecuencia del uso inconsciente del concepto "persona" es que nos arrastra de cabeza a valoraciones morales. Y este error encadena otro: que nos creemos que estas valoraciones morales son objetivas... Por mucho que nos pese, "bueno" y "malo" son tambiénn sólo palabras humanas. Como "persona".
Y otra consecuencia no menos importante es que nos identificamos con la persona que cada uno de nosotros cree ser, limitamos la conciencia de lo que somos a una parcela ínfima, a la punta de un iceberg de cuyas dimensiones no tenemos ni idea. Si permitimos que nuestra conciencia siga explorando lo que somos, en nuestra intimidad, solos, no somos personas, ni somos nadie, ni nada...
Usemos la palabra "persona", usemos las palabras todas porque son instrumentos prácticos, pero sin olvidar lo que "arrastran". Liberémosnos del poder hipnótico que tienen sobre nosotros.
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