martes, 26 de mayo de 2009

SOBRE LA PENA

Una cosa es tener compasión y otra sentir pena.
Tener compasión es algo natural, espontáneo, directo, porque todas las emociones y sentimientos se contagian. Es un fenómeno de resonancia: sientes a alguien llorar y por dentro algo empieza a llorar en ti. Y vale para cualquier otra emoción.
Pero" sentir pena" ya es otra cosa. Es dramatizar la compasión, es un estado mental artificial, superfluo e incluso enfermizo y peligroso.
La pena es peligrosa porque es el estado mental del que se cree estar en un nivel superior, del tipo que sea. Es un complejo de superioridad. Estoy hablando de la "pena" que sienten por ejemplo , por poner un ejemplo,los europeos cuando viajan a la India, o cuando te encuentras con una persona con alguna discapacidad.
 
Por supuesto que no hablo de la compasión, ni de la solidaridad, sólo quiero que os paréis a pensar en ese atávico  e inconsciente hábito de "sentir pena".
 
Además en el ámbito de las relaciones interpersonales, "sentir pena "por alguien puede ser una esclavitud soterrada.  Es muy fácil y común ser manipulados por aquella persona por la que de alguna forma sientes pena.  Como por ejemplo vuestros hijos, vuestros alumnos, vuestros amantes... 


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