miércoles, 10 de febrero de 2010

UNA ANECDOTA DE GURDJIEFF




He oido que Gurdjieff vivió en un monasterio oculto de Bukara durante al menos seis años.
Allí aprendió muchas técnicas de la escuela sufí. Una de esas técnicas todavía se usa y consiste en que cuando alguien entra en el monasterio y se hace discípulo, se le da una placa con dos letreros: en un lado lleva escrito "estoy negativo, por favor no me toméis en serio"; en el otro lado de la placa lleva escrito:"estoy positivo, estoy amoroso, por favor no me toméis en serio."
Y cuando una persona siente que su estado de ánimo está cambiando, le da la vuelta al letrero, se lo pone de un lado o del otro, depende de cómo se sienta.
Y a partir de aquí suceden muchas cosas, por ejemplo si alguien se siente mal y te vomita su ira, !está bien!, no está vomitándote a ti, está expulsando algo que le molesta.
Sólo cuando cuando esta división se acaba y el discípulo ya no está ni positivo ni negativo, todo se ha calmado, entonces está completo y se quita la placa.


con mucho cariño, por si os sirve de inspiración.






1 comentario:

  1. Muchas gracias. Es bonito, sirve de inspiración, sobre todo al ser dado con cariño. Sin embargo para mí ahora (o quizás desde siempre), parafraseando al libro del Eclesiastés, es tiempo de pelear y ¡está bien!, como tú dices. Quizás haya un tiempo para mí en que pueda quitarme la placa. Quizás en la última batalla, en esa que siempre irremisiblemente llega y significa tu derrota final y sin condiciones.

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